Foto en blanco y negro de un grupo de personas en frente de edificio

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Cuando hablamos del siglo XVI en Italia es sinónimo de Renacimiento, puesto que presenciamos el cambio de una visión teocéntrica propia del medievo hacia una percepción más humanista que dio lugar a la explosión del arte. Los trazos ejecutados por Da Vinci al inmortalizar la tensa serenidad de la Gioconda, o la pluma de Maquiavelo usada para cuestionar la tradición filosófica al escribir ‘‘El Príncipe’’, no son los únicos conceptos que pueden derivar a la creación de arte.

Corre el año 1580 en Florencia, la cuna del Renacimiento italiano, cuando Giovanni de’ Bardi pensó que una pelota podría servir como utensilio para la creación de un arte muy particular como es el deporte. Este conde florentino oficializó las reglas del Calcio Storico, el deporte más primitivo y longevo recogido, así como el predecesor externo de lo que nació en Inglaterra en el siglo XIX conocido como fútbol. El Calcio Storico, también llamado Calcio Florentino, consistía en dos equipos de 27 jugadores que tenían como objetivo introducir la pelota en el agujero del área rival, equivalente a las porterías actuales, haciendo uso de brazos y piernas. Además, dichos jugadores ocupaban unas posiciones divididas en cuatro porteros, tres laterales, cinco centrocampistas y quince delanteros en una pista de arena con un tamaño similar a las dimensiones de un campo de fútbol. Este deporte, que a su vez recoge influencia de una especia de lucha de la Antigua Grecia y Roma llamada harpastum, posee la peculiaridad de caracterizarse por su violencia puesto que los jugadores podían ejecutar codazos, puñetazos o inmovilizaciones para hacerse con el esférico. Sin embargo, no se permitía patear en la cabeza, o golpear al oponente desde atrás o en el suelo. 

Un grupo de personas jugando partido de futbol

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Además, este deporte sirvió de ocio para la aristocracia italiana del momento, e incluso se sabe que algunos Papas como Clemente VII, Leon XI y Urbano VIII estuvieron muy relacionados con esta actividad. Tras el Renacimiento, este deporte se dejó de practicar hasta que en el periodo de entreguerras del siglo XX se rescató hasta la actualidad. El Calcio Storico consta de cuatro equipos pertenecientes a distintos barrios de Florencia: el Santo Spirito que viste de blanco, el Santa Croce de azul, el San Giovanni de verde, y el Santa María Novella de rojo. 

 La Piazza Santa Croce hace uso de sus mejores galas para albergar una tradición festera que se repite cada 24 de junio enfrentrando a semifinalistas y finalistas, dando resultado a un equipo vencedor que será el orgullo de la ciudad. Posee tanta importancia este deporte entre la sociedad florentina que el club de fútbol AC Fiorentina estrenó cuatro equipaciones secundarias con los colores de los barrios aspirantes al título.

Suele ocurrir que echando un vistazo al pasado se descubre el significado de muchas cosas que están en el presente, y este es un ejemplo más de que sin un predecesor lo mismo no se conocería el fútbol tal y como se concibe en la actualidad. Es curioso pensar que tras los castillos amurallados que forjaban las leyendas recreadas en el actual imaginario colectivo, unos fervorosos transeúntes contemplarían con admiración a 54 guerreros batiéndose en duelo por la posesión de un esférico.

Autor: Borja Sarmiento Menárguez

Fuente imágenes: 
www.victoriasyderrotas.com
www.elciudadano.com

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